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miércoles, 25 de abril de 2012

Brasil pide a Panetta más tecnología militar e incidente enturbia visita


Brasil recibió este martes al secretario de Defensa de Estados Unidos Leon Panetta con demandas de más tecnología militar para aumentar la cooperación, mientras que otro escándalo de prostitutas, que sucedió hace meses, amenazaba con empañar la visita del funcionario norteamericano.



Panetta se reunió en Brasilia con su homólogo Celso Amorim en su primera gira como secretario de Defensa por América Latina, para una visita de carácter técnico y de cooperación, pero un inesperado episodio que involucró hace meses a un grupo de marines y a una prostituta desvió la atención de la rueda de prensa conjunta.
El incidente ocurrió en diciembre, e involucró a tres oficiales de la Marina y a un miembro de la embajada en Brasilia, que supuestamente discutieron con una prostituta a bordo de su aurtomóvil y la echaron del vehículo, informaron fuentes oficiales estadounidenses bajo anonimato.
El episodio resurgió en la prensa brasileña tras el escándalo aún sin apagar de los agentes del Servicio Secreto estadounidense que se pelearon también con unas prostitutas por el pago de sus servicios, en Cartagena de Indias (Colombia), en vísperas de la Cumbre de las Américas.
El incidente en Brasilia fue investigado "y quienes estuvieron implicados fueron severamente castigados y no están más en este país", dijo Panetta en una rueda de prensa en Brasilia junto al ministro brasileño de Defensa, Celso Amorim.
"Ese tipo de comportamiento no es aceptable", enfatizó.
La mujer brasileña, que tuvo que recibir cuidados médicos pagados por la embajada estadounidense, según recalcaron fuentes oficiales, ha decidido interponer una demanda contra la legación, siempre según esas fuentes bajo anonimato.
Miembros de la delegación que acompaña al secretario Panetta no ocultaban su frustración por el nuevo giro de la visita ministerial, planeada como un nuevo intento de atraer a Brasilia a su campo.
Amorim no aludió a ese incidente y se concentró en reasentar el papel de potencia regional de Brasil.
"Brasil importa muchas cosas de Estados Unidos, pero a veces precisa de competencias, de recambios, y dada la naturaleza totalmente pacífica de todos nuestros proyectos, manifesté mis expectativas de que todo este clima positivo que se está creando puede reflejarse en la adquisición de esos bienes", dijo Amorim en rueda de prensa junto a Panetta.
"No se trata de investigaciones científicas, sino para producir de manera real", añadió.
Las exigencias brasileñas se enmarcan en un caso muy concreto: desde hace casi un lustro Brasilia quiere comprar unos 36 cazas para modernizar su Fuerza Aérea, un megacontrato de hasta 5.000 millones de dólares por el cual compiten la estadounidense Boeing, la francesa Dassault y el fabricante sueco Saab.
Brasil no solamente quiere los cazas sino toda la tecnología que los acompaña.
En ese tema no hay novedades, dijo Amorim, quien aseguró que entendía las prisas de todos los competidores.
"Reconocemos la importancia de las transferencias (de tecnología) hacia Brasil", dijo Panetta por su parte.
Estados Unidos concedió unas 4.000 licencias de exportación técnica en beneficio de Brasil en los últimos dos años, aseguró el ministro estadounidense.
"Tenemos una oportunidad de trabajar de forma más estrecha. Y por ello discutimos sobre un número de áreas que creo que son prometedoras", añadió, mencionando entre ellas las de ciberseguridad e investigación militar.
"Reconocemos la importancia del comercio en materia de Defensa" y su impacto "en puestos de trabajo y oportunidades" para Brasil, dijo Panetta.
El secretario de Defensa estadounidense había acudido a Brasilia con la intención de convencer al gigante sudamericano del interés mutuo en estrechar la cooperación en la lucha contra el crimen organizado y en otros temas, como ciberseguridad.
Entre ambos países hay otro tema pendiente de resolución: un contrato de la empresa aeronáutica brasileña Embraer del orden de 380 millones de dólares que fue cancelado por el Pentágono tras quejas de una compañía rival estadounidense.
El Pentágono tuvo que apresurarse a abrir otro concurso público ante el enojo de los brasileños.
Panetta llegó a Brasilia procedente de Colombia, donde anunció que autorizaba la venta de 10 helicópteros para luchar contra la insurgencia, y el jueves viajará a Santiago de Chile.
AFP, actualizado: 25/04/2012



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