Política y costes, principales obstáculos para la economía verde
RIO DE JANEIRO (Reuters) - Los principales obstáculos para crear una economía verde a nivel mundial son la falta de voluntad política, el miedo de asustar a los votantes con los crecientes costes y la ausencia de un precio mundial sobre el dióxido de carbono, según economistas y científicos en la cumbre de Río, que comenzó el miércoles.
Jefes de Estado y responsables mundiales de unos 120 países están reunidos hasta el viernes en Río de Janeiro para intentar alcanzar unos objetivos claros de desarrollo sostenible y abordar cómo alcanzar el crecimiento "verde".
Conocido como Rio+20 en conmemoración de los 20 años transcurridos en la histórica cumbre de la Tierra en la ciudad costera, el encuentro corre el riesgo de cerrarse con un acuerdo débil, ya que los líderes carecen de voluntad política y tienen miedo de los elevados costes de cambiar la energía derivada de los combustibles fósiles por las renovables, según un comité de expertos que incluye a economistas, un científico y un político.
"Hay una falta de voluntad política y el interés camuflado de algunos elementos de la industria de los combustibles fósiles que adoran el status quo y no quieren ver una transición hacia una economía con pocas emisiones", dijo el científico del clima Robert Watson.
La actual crisis financiera está llevando a algunos gobiernos a cortar el gasto de desarrollar tecnologías de energía limpia ya que temen las impopulares medidas y las subidas de impuestos necesarias para apoyarlas, dijeron algunos miembros del comité.
"La energía verde no sale gratis. Es costosa pero es mucho menos costosa que no hacer nada", dijo el economista estadounidense Jeffrey Sachs, director del Instituto de la Tierra de la Universidad de Columbia.
"Pero es una pesadilla política intentar vender un coste a corto plazo para evitar otro a largo plazo. Los políticos están demasiado asustados para pedir a la gente que pague", añadió.
COSTES
Un informe de 2008 encabezado por el economista británico del clima Nicholas Stern estimó que se necesitaba una inversión del 2 por ciento del Producto Interior Bruto anual para evitar los peores efectos del cambio climático.
Si no se toman medidas, el coste global del cambio climático será equivalente a perder al menos un 5 por ciento del PIB cada año. Eso podría subir incluso hasta el 20 por ciento del PIB o más si se tienen en cuenta un rango más amplio de impactos y riesgos.
La ministra británica del Medio Ambiente, Caroline Spelman, dijo que los ministros de Finanzas tenían que comprender el dilema.
"Con la actual situación económica, no es un momento fácil para ser ministro de Medio Ambiente", dijo.
"Necesitamos que los ministros de Economía entiendan que el coste verdadero de la economía sería ignorarlo", añadió.
Muchos expertos dicen que un precio del carbono a nivel mundial generaría una gran cantidad de dinero para ayudar a financiar tecnologías limpias y a que los países en vías de desarrollo se adapten al cambio climático.
El marco de comercio de emisiones de la Unión Europea, por 148.000 millones de dólares, es el mayor mercado de carbono del mundo pero los precios de permisos de 7,5 euros por tonelada son demasiado bajos para apoyar la inversión con bajas emisiones.
Varios otros países, entre ellos China, Australia, Nueva Zelanda, Corea del Sur, Japón y otros países estadounidenses han creado o tienen previsto hacerlo programas de este tiempo pero el segundo contaminante mundial, Estados Unidos, no tiene un mercado nacional del carbono.
"Debemos poner un precio al carbono para estimular la transición hacia una economía con bajas emisiones. El precio del carbón es claramente inadecuado y no tiene en cuenta los costes sociales, humanos y medioambientales de la quema de combustible fósil", dijo Watson.
Eliminar las ayudas a los combustibles fósiles ayudaría a ir hacia una economía verde, dijo el comité.
Según la Agencia Internacional de la Energía, ir prescindiendo de los subsidios a los combustibles fósiles para 2020 reduciría la demanda energética mundial en un 5 por ciento y las emisiones de dióxido de carbono en casi un 6 por ciento.
"Hay billones de dólares de ayudas, no ayudan al clima ni a los pobres. Hay mucho dinero que podría ser redirigido", dijo Watson.
El borrador del acuerdo que los jefes de Estado y ministros debatirán esta semana - y que posiblemente modificarán ligeramente - reafirmará compromisos previos para eliminar las dañinas e ineficientes ayudas a los combustibles fósiles.
Pero no llegará a alentar el compromiso voluntario con horarios o más detalles, lo que decepcionará a algunos grupos medioambientales y empresariales.
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