Ancestrales prácticas homosexuales entre samuráis conocidas como shudō
fuente: yahoo.com

En el post de hoy viajaremos hacia el otro lado del planeta, para situarnos en la zona geográfica del Japón y hablar de las ancestrales prácticas homosexuales entre samuráis conocidas como shudō.
El nombre específico de "shudō" se utilizaba para señalar aquellas prácticas homosexuales que se realizaba entre un samurái adulto (y/o experimentado) y un joven iniciado en el tradicional cuerpo de guerreros, que tanto simbolizó a la cultura y sociedad japonesa.
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Era bien visto, e incluso se apoyaba desde los más importantes estamentos, el hecho de adoctrinar a jóvenes guerreros a través de las relaciones personales (y sexuales) y el amor hacia sus superiores, hombres maduros que les enseñarían todo aquello que debían saber y aprender para acabar convirtiéndose en importantes y valientes guerreros samuráis.
Era bien visto, e incluso se apoyaba desde los más importantes estamentos, el hecho de adoctrinar a jóvenes guerreros a través de las relaciones personales (y sexuales) y el amor hacia sus superiores, hombres maduros que les enseñarían todo aquello que debían saber y aprender para acabar convirtiéndose en importantes y valientes guerreros samuráis.
El término shudō (aféresis fonética de wakashudō) se traduce como "el camino del joven" y las primeras referencias a él datan del siglo XVII, aunque sus prácticas ya aparecen relatadas en la literatura nipona de varios siglos antes.
El joven aspirante a guerrero (llamado wakashū) era puesto a disposición de un nenja, samurái experimentado y de edad adulta, con la tarea encomendada de servirle como amante durante todos los años en los que sería su pupilo, estando a su cargo tanto en la instrucción como manutención.

En los cerca de diez siglos en los que la práctica se llevó a cabo, en ningún momento se planteó que se podría estar incurriendo en actos de pederastia, debido a la corta edad de los aspirantes a guerrero. Todo lo contrario, estaba bien visto por todas las jerarquías y se tenía el convencimiento de que esa relación entre el wakashū y el nenja eran de gran utilidad para el joven por la gran carga del vínculo de complicidad, camarería y afecto que se producía entre ambos.
La irrupción del modelo de vida occidental y la cada vez mayor presencia de la moralista religión cristiana dentro de la sociedad japonesa fue el factor determinante para iniciar, hacia finales del siglo XIX, la desaparición de la práctica del shudō.
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