Aplicaciones de la Ingeniería Genética
FUENTE: TECNOLOGIA100.COM
Primero que nada, los genes son moléculas que poseen información de un individuo, aportada por partes iguales de los padres. Los genes son los que determinan nuestras características físicas, todas ellas, incluso la de nuestros órganos. Por ello, si los dos, padre y madre, tienen por ejemplo un defecto congénito, es decir, de nacimiento por ejemplo en los ojos, lo más seguro es que el hijo desarrolle la enfermedad. Sin embargo, a veces uno podría preguntarse por qué aunque ambos padres posean ojos de color, por ejemplo, los hijos pueden tener los ojos marrones; esto fue determinado hace muchos años por el padre de la genética, Mendel, quien descubrió que los genes de hecho vienen en pares, como sucede con los cromosomas, por lo que para que una característica se manifieste en las nuevas generaciones, los dos genes deben ser del mismo tipo. Para ejemplificar, existen dos tipos de genes, los dominantes y los recesivos, siendo los dominantes los que tienen mayor posibilidad de manifestarse. Los ojos marrones son un gen dominante, por lo que las probabilidades sugieren que los ojos serán marrones, aún en padres que poseen ambos ojos de color azul, por ejemplo. Entonces, para que los ojos sean azules, el hijo deberá tener sólo genes recesivos, lo cual ya resulta más difícil.
La ingeniería genética es la ciencia de modificar estos patrones, cosa nada sencilla, con el fin de suprimir o agregar ciertas características. En el caso de los síndromes, por ejemplo, la gran mayoría de ellos, en especial aquellos que tienen su origen en los cromosomas, son de carácter genético.
Las aplicaciones radican, entonces, en poder lograr eliminar la mutación o alteración de los cromosomas que llevan a un síndrome, pudiendo erradicar así miles de enfermedades que hoy aquejan a la humanidad.
También existe otra rama conocida como la genética del comportamiento, misma que sugiere que los genes son responsables por mucho más que sólo las características físicas. Esta es una teoría que sigue siendo probada y rebatida, pero las evidencias sugieren que los genes si tienen un papel importante en la determinación de la personalidad, así como la educación y el entorno. Por ejemplo, gemelos idénticos, quienes comparten el 100% de sus genes, se ha probado que concuerdan con alrededor del 70% de su coeficiente intelectual, aún cuando fueron criados en ambientes totalmente diferentes, es decir, diferentes familias e incluso diferentes países. Por otro lado, los gemelos no idénticos, quienes comparten únicamente el 50% de su material genético, comparten en 35% de su IQ. Exactamente la mitad del 70% que comparten los gemelos.
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