Este formidable proyecto de la mano de Impulse y el piloto de aeronaves Bertrand Piccard por fin realizaron un vuelo de 19 horas desde la capital española hasta el país marroquí. El martes 6 de junio de 2012 aterrizó el avión solar en el aeropuerto de la ciudad de Marruecos Rabat.
A principios de año, mucho se discutía sobre las capacidades de este ambicioso y visionario proyecto, ya que hasta ese momento, el avión no había sido probado ni de noche ni con un piloto humano, ya que todos los vuelos de prueba se habían realizado vía control remoto. Aunque el avión demoró 19 horas en arribar, el piloto Bertrand fue quien voló este avión durante todo el recorrido, en un esfuerzo de concentración que resultaría difícil para cualquiera que no tenga su perseverancia.
La velocidad promedio de vuelo fue de 60Km/h, lo cual comparado con los actuales aviones comerciales es una velocidad sumamente baja. La ventaja es que los aviones funcionan a base de turbocina, un hidrocarburo derivado del petróleo, un combustible fósil caro y difícil de producir. De optar por adoptar esta nueva tecnología para los vuelos comerciales (una vez evolucione ésta tecnología, claro), el impacto para el medio ambiente será increíblemente benéfico, ya que no tiene ningún tipo de emisiones y en consecuencia, no daña el medio ambiente en ninguna forma. Un avión convencional, aparte de utilizar combustible fósil, lo que libera cantidades muy importantes de dióxido de carbono a la atmósfera (gas que contribuye al debilitamiento de la capa de ozono así como al calentamiento global), también contribuyen fuertemente a otro tipo de contaminación menos conocido o menos tomado en cuenta: la contaminación por el ruido. Este avión no utiliza otro combustible que no sea sol (fuente inagotable de energía) y además no produce ruido. El único ruido que se produjo fue el de los helicópteros que acompañaron al avión solar en todo momento para garantizar que no hubiese contratiempos. Afortunadamente, no se presentó absolutamente ningún contratiempo, lo que demuestra que la tecnología a base de energía solar está por dar otro impresionante salto, ahora abarcando incluso la industria de la aeronáutica.
Varios esfuerzos se han hecho para lograr introducir la energía solar al medio automovilístico, pero dada la poca disponibilidad de luz solar con la que contamos en ciertas zonas del mundo, no se ha podido concretar del todo este sueño. Sin embargo, en el mundo de la aeronáutica no se tiene este problema, ya que a la altura a la que vuela este avión solar, la disponibilidad de luz del sol no es problema.
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