Relojes Citizen Eco-Drive

fuente: tecnologia100.com

Una de las marcas más reconocidas en todo el mundo en cuanto a relojería se refiere, son los de la marca Citizen. En particular, la línea Eco-Drive, la cual  vino a revolucionar el mundo de los relojes, siendo el reloj más difundido y el mayor éxito comercial de entre todos los relojes que intentaron añadir la energía solar como su fuente de energía.

La energía solar  es un recurso natural inagotable y sumamente amigable con el ambiente que ha venido apoderándose de diversas áreas del mercado en los últimos años. Los relojes Citizen agregaron esta característica a sus relojes en la serie Eco-Drive, el cual justamente hace referencia al ecosistema. Las pilas usadas en relojes son altamente tóxicas y requieren ser selladas perfectamente para evitar una fuga, pero con el tiempo, por muy bien selladas que se encuentren, el contenido terminará por derramarse. Una sola pila puede contaminar miles de litros de agua, por lo que el sistema Eco-Drive es una opción magnífica para todos aquellos que se preocupen por su entorno.  Como no usa pilas tóxicas, con estos relojes no se tiene este problema, por el contrario, la fuente de energía viene dada por una celda solar y por una batería encargada de almacenar energía para las horas en las que no haya fuentes de luz disponibles.

Lo más importante, aparte de la ventaja evidente para el medio ambiente, es que la vida útil de las celdas y la batería se supone que ronda los 100 años, mucho más de lo que podría durar cualquier otra batería. Además, como posee una celda fotovoltaica como única fuente de energía, se pudieron dejar de lado muchos más componentes de los que necesitaría cualquier otro reloj para poder funcionar, lo que no sólo vuelve mucho más livianos estos relojes, sino que también reduce enormemente las descomposturas que podrían sufrir estos dispositivos.

Por si fuera poco, se optó por utilizar titanio en la estructura del reloj, el cual es un metal mucho más ligero que el acero utilizado normalmente. El titanio es un metal muy resistente, inoxidable y además hipoalergénico, lo que quiere decir que las reacciones alérgicas al mismo son extraordinariamente bajas, en contraste con el acero que tiene una mayor incidencia en cuanto a reacciones alérgicas se refiere.