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miércoles, 8 de agosto de 2012

Magnesio: el combustible y metal del futuro


Magnesio: el combustible y metal del futuro

El magnesio es un metal ampliamente conocido  y cuya distribución en el mundo entero es sumamente abundante. Se estima que el magnesio se encuentra en proporciones enormes, principalmente en el mar, en donde se encuentran aproximadamente 1 800 trillones de toneladas de magnesio, una cantidad sin duda abrumadora. Existen principalmente dos cuestiones en torno al magnesio, la primera es cómo extraerlo y procesarlo de tal manera que pueda ser utilizado. El profesor japonés Takashi Yabe  realiza experimentos al respecto hace muchos años y se encuentra convencido que el magnesio podría proporcionar combustible suficiente para toda la humanidad durante unos 100 años por lo menos, sustituyendo totalmente al petróleo y al carbón, de los cuales se consumen cerca de 10 millones de toneladas a escala mundial. La segunda cuestión y qué hacer con el magnesio y cómo aprovechar o controlar el magnesio, dado que es un material altamente reactivo.

Las propiedades del magnesio lo vuelven un elemento ideal para ser aprovechado como combustible, dado que es altamente reactivo con una gran gama de elementos y compuestos y, en algunas reacciones, libera cantidades enormes de energía. Por ejemplo, el magnesio en presencia de agua, reacciona violentamente, generando cantidades muy grandes de energía limpia, lo que fácilmente podría ser utilizado para generar electricidad. Esta reactividad también puede presentar dificultades, ya que la humedad del ambiente puede hacer que el magnesio reaccione sin quererlo, provocando incluso una fuerte explosión o en el mejor de los casos, una potente llamarada. Sin embargo, tratando el magnesio de cierta manera con otros metales, se ha logrado reducir considerablemente la reactividad del mismo, por lo que se han logrado hacer estructuras metálicas a base de magnesio sumamente resistentes, a la vez que livianas. La dureza de estos materiales es equiparable a la del acero, mientras que el peso es aún menor que el aluminio. De esta manera, esto podría significar una auténtica revolución en los medios de transporte, como en la aeronáutica por ejemplo, ya que si se sustituyen las piezas de aluminio por magnesio, se podría reducir considerablemente el peso del avión y en consecuencia, se aumentaría significativamente la velocidad a la que pueden viajar, acortando así los tiempos de vuelo e incluso pudiendo construir aviones más espaciosos, sin sacrificar velocidad. De cualquier forma, el magnesio es un elemento sumamente versátil, del que seguramente escucharemos más en un futuro cercano.

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