Magnesio: el combustible y metal del futuro
Las propiedades del magnesio lo vuelven un elemento ideal para ser aprovechado como combustible, dado que es altamente reactivo con una gran gama de elementos y compuestos y, en algunas reacciones, libera cantidades enormes de energía. Por ejemplo, el magnesio en presencia de agua, reacciona violentamente, generando cantidades muy grandes de energía limpia, lo que fácilmente podría ser utilizado para generar electricidad. Esta reactividad también puede presentar dificultades, ya que la humedad del ambiente puede hacer que el magnesio reaccione sin quererlo, provocando incluso una fuerte explosión o en el mejor de los casos, una potente llamarada. Sin embargo, tratando el magnesio de cierta manera con otros metales, se ha logrado reducir considerablemente la reactividad del mismo, por lo que se han logrado hacer estructuras metálicas a base de magnesio sumamente resistentes, a la vez que livianas. La dureza de estos materiales es equiparable a la del acero, mientras que el peso es aún menor que el aluminio. De esta manera, esto podría significar una auténtica revolución en los medios de transporte, como en la aeronáutica por ejemplo, ya que si se sustituyen las piezas de aluminio por magnesio, se podría reducir considerablemente el peso del avión y en consecuencia, se aumentaría significativamente la velocidad a la que pueden viajar, acortando así los tiempos de vuelo e incluso pudiendo construir aviones más espaciosos, sin sacrificar velocidad. De cualquier forma, el magnesio es un elemento sumamente versátil, del que seguramente escucharemos más en un futuro cercano.
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