Tecnología de ingeniería genética revela misterios sobre las aves

fuente: tecnologia100.com

Aquel debate épico sobre si los dinosaurios son antepasados de las aves modernas  o no parece estarse decantando claramente hacia una respuesta, no definitiva, pero sí contundente. Los argumentos eran varios, algunos científicos encontraban demasiadas similitudes entre dinosaurios pequeños bípedos y las aves modernas, como el sistema por el cual se reproducen, ya que ambos organismos tenían un método similar para producir huevos. Además, estaba el esqueleto y la forma de moverse, poco reptiliana, de algunas especies de dinosaurios. Sin embargo, todo eran conjeturas y eran descartadas más o menos fácilmente, ya que el mecanismo de reproducción podía venir de una especie no descubierta en común entre dinosaurios y aves, no necesariamente siendo los dinosaurios los primeros que tuvieron esas características. Además, las evidencias basadas en los huesos no eran del todo confiables, ya que muchas se basan en reconstrucciones de esqueletos, dado que la mayoría de los esqueletos se encuentran demasiado desgastados, por lo que algunos científicos afirman que los dinosaurios pudieron no ser bípedos, sino cuadrúpedos como la mayoría de los reptiles; incluso existen reptiles que pueden caminar sobre dos patas y la similitud con algunos huesos, en especial los cráneos, sin duda sugiere un parentesco más cercano con los reptiles que con las aves.

Sin embargo, científicos de la Universidad de Harvard parecen haber dado un salto que podría confirmar definitivamente el parentesco entre dinosaurios y aves. Modificando genéticamente a embriones de aves, lograron que el ave, en lugar de pico, desarrollara una mandíbula similar a la de los dinosaurios. Aunque se podría suponer que esto sucedió por el mismo proceso de ingeniería genética  y que no prueba nada, esto sería una falsa suposición, ya que existe una enorme diferencia entre “añadir” genes de una especie a otra, lo que se conoce como transgénesis, y suprimir o modificar los genes de una misma especie. La diferencia es que si se tratase de transgénesis, sí se pudiese haber transferido genes de reptil a un ave, forzando a la especie a desarrollar mandíbula reptiliana; pero, si se habla de ingeniería genética, significa que sólo se usaron los genes presentes en el ave, lo que significa que, en alguna parte de la secuencia genética del ave, se encuentran algunos genes de dinosaurio. La idea de los científicos de Harvard es poder lograr que un ave luzca totalmente como un dinosaurio. Aunque no existe garantía de poder llegar tan lejos o de hecho tan atrás en el tiempo, sin duda es evidencia muy poderosa como para ser ignorada.